Optimizando Fracasos
Sergio Ayala Climent, 30 años, nacido en Castellón. Si tengo que calificar mi vida hasta los 30 años no puedo dejar de pensar en solo un adjetivo. Fracaso constante.
Aproximadamente 4 relaciones serias, todas ellas fracasadas. 4 cambios de trabajo con sentimiento absoluto de fracaso, 3 empresas montadas con rotundos fracasos, ruina absoluta en 2 ocasiones y muchísimo dinero invertido y perdido. Toda una calamidad.
Cuando todas estas circunstancias se dan juntas en una edad en la que debes estar comiéndote el mundo, y en la que ves como la gente de tu alrededor consiguen buenos puestos de trabajo,entablan relaciones sólidas y ves que todo les va muy bien, en ese momento empiezas a odiar todo ese tipo de frases como:
“solo una cosa hace imposible un sueño: el miedo al fracaso”, “el truco no está en siempre vencer, sino en nunca rendirse”, “no se sale adelante celebrando éxitos, sino superando fracasos”, “no tengas miedo a fracasar, ten miedo a no intentarlo”, “el fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo con mas inteligencia”, “si quieres tener más éxito, duplica tu porcentaje de fracasos”… y un montón de frases más de ese tipo.
Pues que queréis que os diga… que me tocaban las narices, la verdad. Me he esforzado en cada puesto de trabajo, en cada relación y en cada empresa que he montado, y he seguido fracasando. “no te arrepientas de las cosas que has intentado”, pues me he arrepentido, y mucho, de muchas cosas, sobre todo de muchas cosas que he hecho mal y que no volvería a hacer, y de muchas cosas que he intentado y no volvería a intentar.
Pero hay una gran verdad en todo esto, la única verdad que me creo, y es que el tiempo pasa, siempre pasa, y que el tiempo te da experiencia y sabiduría, y esa es la única verdad que quiero compartir.
Soy una persona optimista por naturaleza y no quiero que este artículo quede como algo gris, oscuro, decadente y desesperanzado, todo lo contrario.
Pasados los años he aprendido a relativizarlo todo, y he comprendido que, sin duda, todas esas frases que tanto me cabreaban, resulta que eran todas verdad, y no las quería ni oir. Pero para darme cuenta de todo eso, la única cosa que ha tenido que ocurrir es que ha tenido que pasar el tiempo, he tenido experiencias y he adquirido sabiduría, así de fácil. Y ahora creo, creo sobre todas las cosas, en que debemos optimizar todos nuestros fracasos, sacarles el mayor de los rendimientos, saborearlos pensando que, no ahora que estoy jodido, pero sí dentro de un tiempo, este fracaso me va a ser útil de una manera u otra. Aunque ahora mismo lo vea todo negro, quiera abandonar, quiera dejarlo todo, … date tiempo, sólo date tiempo.
Y sobre todo muévete en terrenos de motivación intrínseca y piensa que cosas te hacen feliz y que no dependan de los demás: salir a correr, oir un disco de Los Flechazos, tomarme una cerveza con un buen colega, el que sea, nadar en pelotas, ir al cine (vestido, claro) o comer jamón… da igual. Pero se feliz paralelamente al fracaso, y cuando lo seas, podrás sentarte delante de tu fracaso, analizarlo y evaluarlo para sacar conclusiones que te harán, en el tiempo, mucho más sabio.
Un emprendedor no puede pensar que no va a fracasar, eso lo tiene que tener asumido, y si eso ocurre utilizará su experiencia en un siguiente proyecto. Una persona que busca trabajo, una persona que comienza una nueva relación o un estudiante que empieza su carrera universitaria… enfrentaos al fracaso con inteligencia, y si no podéis, pensar en que pase el tiempo y hacerlo con un poco de distancia.
No soy nadie para dar consejos, la verdad, pero si soy alguien con mucho fracaso a mis espaldas, y puedo decir que podría dar conferencias sobre eso… Ostras! No lo había pensado! ¿ves? , se me acaba de abrir otra puerta … ¿y por qué no?
Sergio Ayala Climent, 41 años. Gerente de la empresa SAC SERVICIOS (15 trabajadores), formador y motivador de equipos comerciales. Conferenciante y autor del libro Vendo Todo Lo Que Quiero. Casado desde hace 10 años con Clara y padre de la preciosa Bruna de 1 año. Campeón del mundo de Ajoaecite a mano. Conozco el fracaso y lo he optimizado. ¿qué vas a hacer tú?
P.D. El otro día me dijeron una frase que me ha hecho pensar mucho “mientras tu lloras yo te vendo Kleenex” … y no hago más que darle vueltas…