
<<¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?>>
¡Joder! Justo es ese trocete de la canción, lo que me llega a la cabeza últimamente. Cada dos por tres, esa dichosa cancioncita de “Burning”, que tampoco me mola mucho, la verdad.
Me pasa constantemente que me encuentro en situaciones o en entornos en los que nunca pensé que estaría. Es como que hay sitios que no son mi lugar, como que hay momentos que yo no debería vivir.
Todo empezó como un reto, como una apuesta personal; ¿Que no puedo hacerlo?, ¡a tomar por culo!. Así que intenté hacer mi primera conferencia, luego la segunda, luego la mejoré, luego la diferencié, y sin saber muy bien por qué, ahora me encuentro recorriendo teatros y salones de actos de toda España, con un éxito relativo y una incredulidad grandísima por mi parte.
Y sin quererlo, y sobre todo sin buscarlo, llegó esa llamada.
Me acuerdo perfectamente, yo estaba en un pesadísimo cumpleaños trimestral de los críos de la clase de Bruna, mi hija de 6 años.
–Sergio Ayala? Hola, soy Ana Reyes, de la organización del TEDX Eixample de Barcelona. Vimos tu conferencia en el auditorio de Oviedo y nos gustaría contar contigo como speaker en el próximo TEDx.
( Ahora os digo lo que pensé, y luego lo que le contesté: …pero cómo voy a ir yo a un TED… pero se han vuelto locos… pero si yo no estoy preparado para hacer un TED… pero de qué voy a hablar, pero si yo soy incapaz de memorizar nada, pero si yo no hablo, balbuceo, …)
–Sergio… ¿entonces podemos contar contigo?
–Ana, claro que sí, a tomar por culo (otra vez, como todo en mi vida, todo empieza con esta frase).
Y así fue como me embarqué en esta movida. Bueno, movidón.
Resulta que esto no es fácil, que te ponen un coach, en mi caso, Robert Ferrer, maravilloso, pero que me hizo currar como nunca. El tío no hacía más que ponerme pegas a todo, tenía que mandarle guiones que me destrozaba y vídeos con mis ensayos que no hacía más que criticar constructivamente siempre, claro. Robert fue la clave, fue el guía y le estaré eternamente agradecido. El y Rubén Montesinos, mi bro, siempre aconsejándome y siempre acompañándome, menos mal.
El tema de mi ponencia tenía que ser creativo, potente, diferente y motivante. Claro. Fácil.
Sonó otra vez la dichosa cancioncita de Burning en mi cabeza, y más cuando me dijeron los nombres del resto de ponentes. Bárbaros. Seguramente los mejores. Los mejores y yo.
¿Qué pinto yo aquí?, pues ese fue mi tema del TEDx… cómo un tío normal, de perfil medio bajo, puede llegar a formar parte de TEDx. Y desarrollé un Manifiesto en favor de los Hombres Medios, en el que los 3 pilares de mi vida me han ayudado a estar ahí, en ese TEDx:
Diferenciación, valentía y resiliencia.
No hay más. No hay menos. Y me salió bien, muy bien, y si veis mi charla entenderéis por qué. Ensayos, nervios, tiempo tasado, más nervios, risas, nervios y mucho limoncello.
¿Lo mejor de la experiencia TEDx?
El aprendizaje, el esfuerzo, el comprender el método. Lo mejor, sin duda, la gente que conocí: Ana, Pau, Robert, Guillem, Paula, Víctor, Daria, Toni, Jordi, Víctor, Roma, Mar, Anna,… lo mejor, que Elena Arnaiz no me falla nunca.
Y mientras, sigo pensando que tengo mucha suerte porque mucha gente quiere que esté aquí, y todavía no sé muy bien por qué, pero ya voy a intentar yo no planteármelo más.
Quizás la gente empieza a valorar más la normalidad. Quizás estemos todos cansados de gurús. Y quizás quieran escuchar historias de personas normales, quizás no soy yo el que debería estar aquí, pero pienso disfrutarlo y pienso agradecerlo.
Y ya está.
Y no pienso más.
¡A tomar por culo!
#atxc